Rescatar Alemania

Estados Unidos tuvo el momento Lehman, como Alemana le toca ahora digerir su momento Volkswagen

Estados Unidos tuvo el momento Lehman en 2008. Los alemanes viven ahora su momento Volkswagen. La comparación parece exagerada. Lo es en los efectos inmediatos. Lehman Brothers se liquidó y pareció que el país entero se hundía bajo la crisis de Wall Street. Volkswagen, en cambio, sobrevivirá y Alemania reacciona con cautela. Pero el impacto del escándalo de las emisiones puede ser tan importante para la economía alemana como lo fue la crisis de Wall Street para Estados Unidos. La clave aquí es el tiempo.

Estados Unidos es una economía de servicios en la cual las finanzas tienen un peso relevante. Alemania es un país industrial en el que uno de cada siete empleos depende directa o indirectamente de la automoción. En 2014 Volkswagen, BMW y Daimler ingresaron 413.000 millones de euros (el presupuesto federal es de 300.000 millones). Wall Street diseña productos financieros de alta complejidad y los comercializa en el exterior. El 20% de las exportaciones alemanas son coches (uno de cada cinco automóviles que circula en el mundo es alemán).

Wall Street es la cantera habitual del departamento del Tesoro de Estados Unidos (Robert Rubin, Timothy Geithner, Larry Summers…) La industria alemana del automóvil capta a sus lobistas en la CDU, la CSU o el SPD, los grandes partidos alemanes, a los que financia con esmero. Washington es sensible a la opinión de los banqueros. Angela Merkel desconfía de los banqueros pero los hombres de la automoción acampan en el patio de su casa.

Volkswagen es la primera empresa alemana. Y los efectos derivados del escándalo dependerán de si afectan sólo al grupo, al conjunto de la industria diesel o a todo al automóvil. La crisis financiera de las hipotecas subprime fue obra de malvados financieros y matemáticos espabilados. El escándalo de las emisiones es obra de ingenieros, el ideal de la tecnología alemana, los padres del “made in Germany”.

El escándalo Volkswagen llega en un momento dulce para Alemania. Hoy hace 25 años de la reunificación. Alemania era entonces “el enfermo de Europa”. Salía de años de introspección (recuerden cuan deprimidos salían del cine cada vez que habían visto una película de Fassbinder o de Herzog). Berlín todavía no se había reinventado como ciudad cultural, de clubs y de start-ups. Angela Merkel llegó en el 2005 para cambiar todo eso. No lo hizo sola. Ha sido la industria del automóvil y los ingenieros alemanes los que han hecho del país sinónimo de calidad industrial (Deutsche Qualität), de fiabilidad y de compromiso en la lucha contra el cambio climático! A la primera potencia económica europea le faltaba sólo mostrar maneras de potencia política. Y pareció que con la reciente crisis de los inmigrantes Merkel daba el primer paso…
Alemania vive ahora el momento Volkswagen. De cómo lo gestione saldrá debilitada o reforzada.

(Publicado en La Vanguardia el 3 de octubre del 2015)

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